HACER REALIDAD NUESTROS SUEÑOS.
Hay una propuesta ideal, entresacada de los mismos genios de la humanidad, que puedes hacer tuya.
El Cardenal Suenens afirmaba: “¡Felices los que tienen la audacia de soñar y están dispuestos a pagar el precio necesario para que su sueño tome cuerpo en la historia de los hombres!”
No te desanimes en tu aventura existencial y atrévete a soñar.
Tú eres grande en tu pequeñez y desde tus sueños puedes comprender que nadie te arrebatará los arpegios interiores que lanzan llamaradas sobre la árida existencia.
Tú eres tan magnífico como tus sueños y sólo tus sueños condicionan tus pasos y tu anodina existencia.
Si sueñas que el mundo puede cambiar entonces tus pasos se encaminarán a poner un grano de arena en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.